Efectivamente, el peor alcalde que ha tenido Juárez despertó las pasiones no solamente de morenistas, sino de panistas, priistas, perredistas y hasta de los mismos independientes, que antes lo acompañaron y financiaron en su aventura por la alcaldía de Juárez.

Frente a la reacción furibunda en la opinión pública, Armando Cabada tuvo el cinismo de decirle a los medios, que la decisión de registrarse como precandidato de Morena la tomó al ser invitado por altos dirigentes del partido de AMLO –no dijo cuales- y analizar las encuestas que lo colocan con “posibilidades de ganar”.

Con la encuesta patito, Sáenz le hizo un “traje a la medida” para tener el argumento perfecto a la hora de solicitar su registro en la ciudad de México.

El estulto alcalde y su rupestre equipo de imagen parecen olvidar que en TODAS las encuestas que se han realizado a nivel nacional sobre la gestión de los alcaldes de las 100 ciudades más importantes de México, Cabada ha quedado registrado una y otra vez en la lista de los 10 más ineptos.

Pero si eso no fuera suficiente y quisieran tapar el sol con un dedo, basta recorrer la ciudad para darse cuenta que en Juárez el alcalde se ha dedicado a todo, menos a administrar eficientemente la ciudad.

Violencia y muerte en las colonias, basura y baches en todas las calles de la ciudad, abandono total de parques públicos y áreas verdes, anarquía del comercio informal, infraestructura sin mantenimiento y nada en obra pública, predomina en su gestión de 4 años como alcalde.

Luego, en el tema de la corrupción, Armando también salió campeón y descarado. La organización Plan Estratégico lo ha encuerado y denunciado de manera insistente por las desviaciones que ha hecho del presupuesto municipal a favor de su familia y el Canal 44.

Las tranzas están a la orden del día en el DIF municipal, en Obras Públicas, en Desarrollo Social, en Centros Comunitarios, en la Dirección del Deporte, en Servicios Públicos, en Limpia y en la compra de equipo para Seguridad y Vialidad, por citar algunas fuentes de donde desvía recursos.

El inútil alcalde sabe perfectamente que al término de su gestión tendrá que rendir cuentas de todas las irregularidades en el gasto público y eso lo orilló a buscar la cobija del partido en el poder, haciendo la finta de que busca la gubernatura cuando en realidad pretende una diputación federal, para que el fuero lo salve de ir a prisión.